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Foto del escritorJ. E. Medrano

Viajero. Parte 7.

Actualizado: 19 jun 2020

Fiebre Alta.


El ataque de tos de David Cruz iba en aumento, Andréi aún llevaba puesto su traje de contención, aun así, no se colocó nuevamente la protección de la cabeza.


Estaba casi seguro de que todo el contacto con David y la fallecida Lisa lo habrían infectado, se preguntaba porqué no presentaba síntomas mientras observaba a David Cruz toser más violentamente cada vez.


El médico siguió tosiendo, poco a poco aminoró el espasmo y fue recobrando la compostura, observo alrededor buscando indicios de alucinaciones, algo que no estuviera ahí, pero nada…


-¿Te sientes mejor?- preguntó Lisa Campbell.


-Si, estoy mejor, Lis…- dijo David.


Andréi, desde adentro de la habitación, y James desde afuera, lo observaban tener una conversación ficticia con Lisa, quien aparentemente estaba viva en su cabeza.


Acto seguido David nuevamente encolerizó y trató de alcanzar a Andréi, agitando furiosamente el brazo libre.


No trataba de soltar la amarra de la otra mano, estaba fuera de sí, completamente irracional, tiraba con fuerza del brazal, se rompería o su muñeca se desprendería, lo que pasara primero.

James trató de razonar con él -¿David? ¿Me oyes? ¿Puedes entenderme?-.


La mano cautiva de David comenzó a sangrar, tiraba con demasiada fuerza y escupía baba café con sangre.


-Sea lo que sea, comandante. El camarada Cruz no está aquí en este momento…-


Los minutos pasaron y nada cambiaba, pero repentinamente David fue calmándose, jadeando, se sentó, estaba exhausto, pero examinó su muñeca, con visible dolor.


-Volvió a ocurrir ¿Cierto?- dijo mientras se limpiaba la boca con la maga del brazo -¿Fue exactamente igual que la anterior ocasión?-


-Si, tovarich- dijo secamente el ruso mientras le pasaba el botiquín. James describió su comportamiento mientras David curaba su muñeca.


El médico parecía lúcido ahora, aunque hablaba consigo mismo -Al parecer es el patrón que sigue… como un síntoma recurrente…- dijo David -…Pero no encontramos nada… ningún patógeno… no hay virus, no bacterias… nada…-


-¿David?- Preguntó James -¿Cómo te sientes?-


-Perfectamente…- respondió David -…hablo de que no me siento mal. Ni siquiera un poco-.

Veritas habló entonces -Energia 80% y restableciéndose, Soporte vital 96% y restableciéndose-.


-Véritas…- habló David -¿Cuál es mi temperatura?-.


-38.8° C, Ingeniero y Médico segundo: David Cruz. ¿Puedo actualizar mi base de datos de la tripulación?-.


-Si…- dijo David con solemnidad, cuando David Cruz “se ponía la bata” era otro hombre, serio y calculador.


-Actualizando información. Ingeniero segundo y Médico primero a bordo: David Cruz- Dijo Veritas.


-Veritas, ¿cuál es la temperatura de cada miembro de la tripulación con vida?


Veritas hizo el recuento -Capitán James Coulson: 36.3°C. Alférez Andréi Ivanovich: 38.9°C. Ingeniero primero, Lucy Conrad: 36.9°C. Ingeniero y Médico segundo: David Cruz: 38.8°C. Viajero A1: 43°C.


Los 3 hombres se miraron extrañados -Contó… ¿al Viajero A1?- dijo Andréi.


-Véritas ¿Porqué contaste al viajero A1? Te pedí solo de los tripulantes con vida- Inquirió David Cruz.


Veritas respondió -Los parámetros indican que un tripulante con 43°C debe estar vivo, aunque en condición crítica, Médico primero David Cruz-.


-¿El Viajero A1 tiene una temperatura alta? ¡Que insensatez!- dijo Andréi.


-No…- Dijo David -…El frío no lo preservaba- musitó David.


-¿Cómo?- Dijo James.


-Empezó a descomponerse, aunque lo congelamos, comandante. No es el Viajero A1 quien tiene una temperatura alta; es el patógeno el que está a 43°C-.


-Eso tiene sentido- Dijo James.


-Así es- corroboró David -Andréi y yo tenemos la temperatura alta, tú y Lucy, no.


-Pero, camarada Cruz, yo no siento fiebre- dijo Ivanovich.


-Ni yo- agitó la cabeza Cruz -Es parte de… la enfermedad… Tú, mi querido rusito eres asintomático... me aventuro a decir que solo eres un portador., Lisa y yo, no. Lucy está trabajando en este momento, en el generador, su temperatura es un poco alta pero dentro de lo normal, James está a temperatura normal.


Andréi lo vio largamente antes de asentir.


-Entonces este virus, genera fiebre que no se siente, tos y ataques violentos- Dijo James.


-También alucinaciones y sangrado interno de algún lado, y aún así no se siente- Completó Andréi.


-No es un virus…- Dijo Cruz.


-¿Cómo?- dijeron al unísono los navegantes.


La voz seria del Doctor Cruz sonó segura y firme -No es un virus, no es un germen, no es bacteriano, no es nada conocido, es algo más, una forma de vida que nunca hemos visto… y que causa la enfermedad…-


-Entonces… ¿Cómo se contagia?-


-No lo sé… al parecer al contacto… y si es así, es posible que tu también estés infectado James, lo siento…- dijo el médico y su disculpa era sincera, aunque no lo recordaba, sabía que él había tocado a Coulson en el ataque por lo que Andréi había dicho.


Coulson lo miró un momento -Debo saberlo, David… ¿Tu, tocaste algo del Viajero A1? ¿Su cuerpo, su casco?-.


-No James, nada-


-¿Estás seguro?-


-Si, cien por ciento seguro…- David miró a Jim por un momento y adivinó lo que el capitán estaba pensando -…Yo no te mentiría en esto, Jim. No tendría ningún caso mentirte ahora, no he tocado nada del Viajero-.


James midió con la mirada al latino -Te creo. Entonces eso nos deja con que la contaminación debió ser a causa de Lisa…-.


Los tres hombres miraron el cuerpo inerte de la doctora -No podemos preguntarle ahora…- Dijo Andréi.


-No, pero todo lo que pasa en el Veritas se graba- se escuchó decir a Lucy que venía por el pasillo.


-Veritas, ¿hubo algún contacto entre la doctora y el Viajero A1?- preguntó Coulson.


-Revisando, Capitán James Coulson…- la computadora revisó todos los videos simultáneamente y concluyó -…Si, Lisa Campbel, ex Médico primero, tuvo contacto con el Viajero A1-.


A continuación, mostró el holo-record, hizo la rotación y lo amplió. Ahí estaba. Pero nadie lo notaba pues la ampliación se había hecho ten rápido que ninguno de los presentes alcanzó a entender.


-¿Qué estás mostrando, Veritas?-


-Una brecha de .1mm en la contención de la doctora, Capitan James Coulson- fue la respuesta.


-El guante de Lis estaba dañado en la palma de la mano…- tradujo David.


Todos quedaron estupefactos, algo imperceptible, pero decisivo había costado las vidas de casi la mitad de los tripulantes, y quizá más…


-No pueden llevárselo a la tierra- sentenció Andréi


-Debo avisar a Madre tierra, ahora mismo…- dijo James y corrió hacia el puente, Lucy lo seguía de cerca, cuando escucharon a Andréi comenzar a toser...

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