Protocolo de Disposición.
Andréi tosía y tosía más y más, le costaba respirar, Lucy se detuvo y dio la vuelta, Coulson siguió hacia el puente de mando.
Lucy Conrad llegó a la puerta y vio con impotencia a su compañero toser sangre…
Andréi iba sintiéndose mejor poco a poco, veía cientos y miles de insectos caminar sobre él, trató de ignorarlos, le aterraban los bichos. Se dijo una y otra vez que no había insectos; pero entonces una rabia asesina fue apoderándose de su mente, el alférez ruso trató de sobreponerse lo mejor que pudo, pero era más fuerte que su voluntad…
Lucy ordenó a Veritas que desbloqueara la puerta entonces, pero David la detuvo.
-¡No! Véritas, protocolo de cuarentena para la bahía médica…- Orden recibida Médico Primero e Ingeniero segundo, David Cruz.
-Cuarentena activada en sección: Bahía Médica-
-Veritas, ¡anula esa orden!- Dijo Lucy con desesperación.
-No puedo, Ingeniero Lucy Conrad. La orden solo puede ser anulada por el Médico primero de a bordo, o por el comandante de la misión-.
-No seas estúpida Lucy, no puedes arriesgarte a infectarte tú también- dijo David mientras se liberaba de la correa, mientras que Andréi decía incoherencias acerca de insectos.
-Vete…- sentenció David, -vete ahora…- Dijo el médico poniéndose detrás del emplazamiento para ganar espacio entre él y Andréi. Lucy retrocedió unos pasos, pero siguió viendo adentro de la bahía médica.
-Con una mier… ¡Largo, Lucy…!- Gritó exasperado, mientras tomaba el tubo de análisis ESP, el objeto era de aluminio, pero tenía 60 cm de largo, un arma aceptable, pero Andréi era muy fuerte...
Lucy lo miró con pesar, como disculpándose, en el fondo sentía que ella era responsable por encontrar al Viajero… Dio media vuelta y corrió hacia el puente, ignorando los sonidos violentos que provenían de la bahía médica.
-MADRE TIERRA, ME COPIAN…- vociferaba Coulson con desesperación al no poder enlazar-…Viajero A1 es inseguro, repito: Viajero A1 es inseguro-
James suspiró y golpeó con el puño la consola principal-¿Qué pasa con el maldito enlace…?-
-Creo que es por el Viajero…- dijo Lucy -…desde que llegó, ha sido difícil establecer comunicaciones con Madre Tierra, es posible que lo que hace que sea indetectable en su equipo, interfiera con nuestras comunicaciones.
-Véritas, replica lo que Ron hizo para contactar con Madre Tierra-
-Sí, comandante James Coulson…-
Por un momento hubo silencio… y luego la voz conocida de Curtis sonó, primero entrecortada, luego clara…
- co… an… Veritas VII, me co…pian-
-Curtis…- Gritó emocionado Coulson.
-Jim, que alegría escucharte, empezaba a pensar que algo andaba mal…- dijo relajadamente Curtis Randall. -…Llegó bien el doctor Mij…-
-Algo anda definitivamente mal, Curtis- le interrumpió Coulson.
-¿Cómo?-
-El Viajero A1 es inseguro… hubo contaminación de algún tipo, un virus o algo en el Viajero A1, Lis estuvo expuesta, ella… murió, el doctor Mijailovich también falleció… es posible que David, Andréi y yo estemos contaminados…- dijo dramáticamente -…No vengan, el Viajero A1 no puede llegar a la tierra-.
-Tranquilo, capitán- la voz del General Thomson-Marshall sonó militarmente tranquilizadora. Coulson conocía bien ese tono, era el que él mismo usaba en la guerra de las Asias para calmar a un soldado moribundo.
-General… Nadie más debe venir… pondría en riesgo a todos en el planeta...-
-Hijo, creo que no entiendes…- Dijo Marshall -…este descubrimiento es más valioso que cualquier otro, y si tiene un virus potencialmente peligroso es mejor que esté a resguardo con nosotros… somos los buenos hijo…- La voz de Thomson- Marshall sonaba casi paternal.
James miró a Lucy a los ojos, apretó los labios y agitó la cabeza con decepción.
-Si, General…- dijo sin apartar los ojos de Lucy -…Espero instrucciones-.
-Bien, eres un buen soldado hijo, tu país te lo agradecerá…- dijo complacido el general -…enviaremos un equipo de extracción debidamente equipado por ustedes… y por el Viajero, no te preocupes, van a estar bien-.
Coulson no quitaba la vista de Lucy -Enterado, General. Estaremos esperando. Cambio y fuera-.
-¿Jim?- dijo Lucy con miedo.
-Ordenes son órdenes, Lucy…- dijo James guiñando un ojo. A continuación, se dirigió a la inteligencia artificial de la nave.
-Véritas…-
-¿Si, comandante James Coulson?-
-Anula la última orden dada- dijo Jim.
-Anulando… Advertencia: La comunicación con Madre Tierra se ha perdido nuevamente. ¿Desea que la reestablezca? -
-No Veritas, muchas gracias- respondió el comandante -Tal vez el general esté loco, pero yo no me arriesgaré, mi familia está allá abajo…-.
Lucy respiró aliviada -¿Y ahora qué?-.
-Escúchame Lucy. Yo estoy infectado seguramente, toqué a Ron y David me tocó a mi-.
-¿Qué estás diciendo…?-.
-Yo estoy condenado, tú debes irte, iniciaré el protocolo de disposición de la nave, eso incinerará todo aquí, y al maldito Viajero…- sentenció James y su voz se oía segura-…Toma el Carrier B de Mijailovich, y dirígete a Rojo 9-
-Pero…- Lucy iba a decir algo, pero James comenzó a toser.
-No…- dijo James entre tos y arcadas -Ve…cof, cof, Veri…tas, cof, ini…cof incia cof, cof, el cof…- James continuó tosiendo más y más.
Veritas habló -Por favor, repita comandante James Coulson-.
-¿Jim?- Lucy retrocedió e instintivamente tomó un destornillador de su cinturón.
James ya no la escuchaba, había rabia inhumana en sus ojos. Lucy levantó el destornillador amenazadoramente hacia él -No quiero herirte, James-.
Coulson saltó hacia ella listo para matarla, pero David que había escuchado toser a James desde la bahía médica, se interpuso clavando en el hombro de Jim el tubo de análisis ESP, ya desconectado del equipo médico y cubierto con la sangre de Andréi.
-En… serio… lo siento Jim…- Jadeó David Cruz.
-¡Afuera, Lucy!-
Lucy salió corriendo hacia el puerto, en dirección del Carrier B.
-¡Veritas!- gritó.
-¿Si, Ingeniero Lucy Conrad?-
-Inicia el protocolo de Disposición- dijo entrando a los hangares.
-No es posible iniciar el protocolo de Disposición-.
Lucy paró en seco su desenfrenada carrera -¡¿Qué?! ¡¿Porqué demonios no?!-
-El comandante James Coulson es el único que puede dar esa orden directamente. Si desea iniciar el protocolo de Disposición de la nave deberá hacerlo manualmente, por favor-.
-El capitán Coulson no puede dar la orden, soy el oficial de mayor rango ¡actualiza! ¡Ahora!-.
-El Médico primero no ha dictaminado la incapacidad de James Coulson. James Coulson se encuentra con signos vitales activos y estables-.
-¡Maldición, Veritas!- gritó Lucy.
James se había clavado completamente la otrora pieza de instrumental médico, pero no cesaba en su intento por matar a David Cruz, quien trataba por todos los medios de contener al comandante.
Pronto David comprendió que no ganaría, a pesar de que ambos mantenían la fuerza sobrehumana que daba la enfermedad, David trataba de vencer al equivalente a un animal furioso y herido en un combate mano a mano.
Pero entonces súbitamente, Lucy golpeó en la cabeza a James con la base del extintor que había recogido en el pasillo. Coulson cayó de espaldas, pero intentó incorporarse nuevamente, Lucy lo golpeó en el rostro nuevamente, esta vez con más fuerza, James quedó inmóvil en el suelo.
-¿Qué…? ¿Qué haces aquí?- jadeo David.
-Solo James puede iniciar el protocolo, David. A menos que tú lo incapacites o muera-.
-Veritas, Soy el Medico primero a bordo David Cruz…- jadeo -…James Coulson está imposibilitado para ejercer sus funciones-.
-Enterado Medico primero e Ingeniero segundo David Cruz- se escuchó la voz artificial de mujer.
-Inicia el protocolo de Disposición, Veritas- sentenció Lucy Conrad.
-Precaución: El protocolo de Disposición causará la destrucción total de la nave, ¿Desea proseguir?-.
-Sí, deseo proseguir…- Respondió Lucy.
-El protocolo de Disposición: Iniciado. Tiempo para la Disposición total: 3 minutos. Tiempo para el punto de no retorno: 2 minutos. Todo el personal activo, debe dirigirse a los módulos de escape situados a derecha e Izquierda del pasillo B. Por favor sigan las luces que indican la dirección.
Nuevamente David comenzó a toser sin control. Entre toses gritó -¡Vete ya!-
Lucy le dedicó una ultima mirada compasiva, los ojos de ambos se cruzaron y corrió no por el pasillo B, sino por el pasillo A; en dirección del hangar, desde ahí podría usar el vehículo de Mijailovich y salir de la nave.
Llegó al hangar a todo lo que daban sus piernas, temía ver a David o Jim entrar como bestias furiosas atrás de ella. Continuó en su frenética carrera hacia el Carrier B pero David le dio alcance entonces corriendo como poseído.
Saltó tratando de derribarla, Lucy instintivamente se tiró al piso y rodó esquivando a David. Si lo tocaba... si tan solo lo rozaba sería el fin...
Las compuertas de los pasillos A y B comenzaron a cerrarse.
David se interponía entre ella y el Carrier B, miró hacia la derecha y corrió hacia el pasillo que se cerraba, con suerte, quizá lo lograría atravesar y dejar a David atrás, aún podría alcanzar el módulo de escape.
Estaba a punto de lograrlo, pero entonces se detuvo en seco, James corría por el pasillo B, en dirección hacia ella, el rostro cubierto de sangre.
Todo estaba perdido…
Fue entonces que James pasó de largo junto a ella y derribó a David.
Ambos rodaron por el suelo, la estación temblaba, chispas saltaban por el aire, las luces rojas centellaban y los equipos caían por todos lados. Pronto no quedaría nada de la estación espacial.
Uno de los soportes del hangar se desprendió y se estrelló contra el cristal del Carrier B, inutilizándolo por completo.
Lucy vio con horror e impotencia, su único escape quedó destruido.
David iba tras de ella, reptando como un animal, pero James lo contenía sujetando sus piernas.
-¡El traje!- dijo Jim.
Lucy se volvió hacia las ropas de astronauta y como pudo se enfundó en su traje espacial, apenas se puso el casco, otra sacudida violenta la tiró al suelo, ella se levantó pesadamente y corrió hacia la puerta del hangar.
-Precaución: Punto de no retorno alcanzado. T.: menos 59 segundos- sentenció fríamente la voz de Veritas.
Lucy entró en la cámara al exterior para astronautas, cerró la puerta que daba al interior de la nave cuando Veritas informó 45 segundos.
La cabeza sin vida de James golpeó la ventana de la cámara, Lucy apenas alcanzó a verla cuando abría la compuerta exterior y era succionada por el vacío y expelida de la nave con fuerza.
Desde afuera Lucy podía ver parte del Veritas implosionar en algunas zonas, y explotar en otras, aún estaba demasiado cerca.
Se volvió hacia Rojo 9, el impulsor del traje debía permitirle llegar hasta allá, era un viaje largo, pero no imposible, se posicionó lo mejor que pudo soltando pequeños chorros de gas comprimido hasta quedar de frente a Rojo 9.
Y disparó un impulso mayor… alejándose de la muerte y destrucción de lo que había sido su hogar por apenas unas cuantas semanas.
Por fin, suspiró tranquila un momento. La explosión mayor del Veritas llegó, pero solo para impulsarla con mayor fuerza hacia su destino, hacia la vida, hacia Rojo 9.
La estación era visible por su enorme tamaño, parecía cercana, pero en realidad estaba a varios kilómetros, aún así el traje tenía carga de oxígeno para varias horas, podría llegar sin problemas. Fue entonces que… Lucy empezó a toser…
Breve fue el tiempo que tosió, levantó la vista, la escafandra estaba salpicada con sangre y puntos café, a través de esto aún podía ver a Rojo 9 al frente de ella. Giró la cabeza y junto, a un par de metros el Viajero flotaba, vivo y con su traje puesto, él se veía sano, bien, incluso parecía amigable.
Lucy sabía que no era real, que no estaba ahí, aún así parecía estar vivo y ella se fascinó preguntándose, ¿Así habría sido realmente el ser en vida? Pero sobre todo entendió que el extraterrestre que veía en su alucinación repetía las mismas palabras una y otra vez: HUAG IHGT NOJIDT OPDAREN THRUIMARIOD HAGHADOILT DOROROLOYHA.
Entonces Lucy lo comprendió todo. No sabía cuanto le quedaba antes de entrar en el estado irracional, quizá ya había pasado y tal vez lo había olvidado… pero no había tiempo que perder.
Encendió los propulsores al máximo y los dejó presionados hasta que se agotara la energía, todo con tal de alejarse de Rojo 9, y de la órbita de la Tierra.
El Viajero seguía ahí, flotando al lado de ella mientras se alejaban del mundo, repitiendo una y otra vez sus palabras. Lucy asintió levemente al comprender lo que decía.
Encendió su cámara interna y comenzó a hablar: “Si alguien me encuentra, no abra mi traje, estoy contaminada con un virus desconocido y letal” lo repitió dos veces más en su idioma natal, luego en alemán, español, francés y finalmente, cuando ya Rojo 9 se veía distante repitió lo mejor que pudo: HUAG IHGT NOJIDT OPDAREN THRUIMARIOD HAGHADOILT DOROROLOYHA.
Fin.
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